Gerardo Milman le respondió a Carignano: “Dice estupideces y se cree sus propias mentiras”

En medio del agitado debate por las jubilaciones en la Cámara de Diputados, el legislador nacional del PRO, Gerardo Milman, salió al cruce de sus colegas por lo que consideró “promesas imposibles de cumplir” y apuntó directamente contra la diputada Florencia Carignano, con quien mantuvo un fuerte cruce durante la última sesión especial.

“No debe haber argentino de buena fe que no quiera que los jubilados estén mejor, pero hay que decir con claridad de dónde va a salir el dinero”, sostuvo Milman en diálogo con Regreso CNN, el programa conducido por Mariana Arias y Pepe Gil Vidal.

El diputado advirtió que el tratamiento parlamentario del sistema previsional requiere seriedad, y no gestos para la tribuna:

“Es fácil pedir aumentos sin decir cómo se financian. Eso nos llevó al 50% de pobreza”.

En ese sentido, volvió a poner sobre la mesa la necesidad de una reforma laboral que amplíe la base de aportantes:

“Tenemos que construir un régimen más flexible que genere más trabajo, mejores sueldos y más aportantes al sistema jubilatorio. Sin una economía formal sólida, no hay previsión sustentable”.

Milman también justificó la postura de abstención que tomaron varios diputados del PRO en la votación:

“No voto pensando en lo que me conviene políticamente, sino en lo que puede realmente ayudar a la sociedad. Las soluciones mágicas no existen”.

Pero el momento más tenso del reportaje fue cuando recordó su enfrentamiento con Carignano durante la sesión.

“Se me quiso vincular con el atentado contra la vicepresidenta. Un disparate total. La diputada Carignano se cree su propia mentira y ese es el problema de los mitómanos”, lanzó sin filtro.

Milman negó cualquier actitud amenazante y desestimó las acusaciones personales:

“Decir que amenazo con la mirada es una payasada. Esa teatralización no ayuda en nada a los problemas reales del país”.

Por último, el legislador del PRO insistió en que la única salida duradera vendrá de la mano de la política institucional y no de los discursos grandilocuentes:

“La solución está en manos de la sociedad. Hay que votar un Congreso que pueda aprobar una reforma laboral seria, que permita financiar un sistema jubilatorio justo y sostenible”.